Tras un sábado sin parar entre bici y tenis llega el domingo con sueño y sin despertador. Mi reloj biológico quiere que corra y me despierta justo para vestirme, coger la moto e ir al centro a esta carrera por Ciutat Vella.
Apenas 10 minutos para calentar y estirar. A quién veo en línea de salida? A Chiva, a Domingo, ajedrecista él, a Laura que me entero que es vástago de ajedrecista y a Soliño, otro ajedrecista, si llegan a estar los cremitas nos juntamos una decena de escaquistas.
Se da la salida y me quedo con Domingo, que no sé porqué yo pensaba que le daba más ritmo, en realidad pienso que todos le dan más ritmo que yo, pero no, dejo a Domingo y me voy con Chiva, que sí seguro que le pega mucho más que yo, pero se porta con un amigo que es y me hace de liebre durante todo el recorrido angosto por la parte vieja de la ciudad, por el barrio del Carmen, se espera cuando le pido, le da caña si me ve bien, un profesional. A meta casi sin poder más, no sé si buen tiempo porque no tengo controlada la distancia, pero bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario