(XXIV MARATON Y MEDIA MARATON DE BENIDORM 2.006 - 21097 Metros) Mi primera Media

Como un profesional marcho un día antes de la prueba. Una tarde relajada de paseo playero, recogida del dorsal, más paseo, cena, goleada del barça y al hotel, donde me pruebo el dorsal a ver que tal queda.

Benidorm en esta época del año está copado por gente mayor, y me doy cuenta de madrugada del problema respiratorio de mi vecino de la habitación de al lado. Duermo no demasiado pero bien y con la sensación de haber descansado. Las 8, desayuno suave con la pena de no aprovechar el bufet. Salgo a ver la salida del maratón que es hora y media antes y a vivir el ambientillo. Vuelvo al hotel que está a 200 metros y recojo todo, porque antes de las doce no acabo ni de coña. Empiezo a las 10. Bajo con tiempo para ver, comprobar, calentar y todo eso hago. La zona de salida está muy restringida para corredores.

Dan el pistoletazo y comienzo con precaución. Sobre el tercer kilómetro casi sin querer he aumentado el ritmo, aún así sigue siendo muy cómodo, me duelen las espinillas pero me conozco eso y sé que en breve se pasará.

Enfilo al lado de la playa hacia el sur, a lo lejos se ve el Hotel Balí, muy alto él. Los maratonianos y los mediomaratonianos nos vamos entremezclando. Por el pase marítimo y por todo el recorrido hay espectadores que en todo momento nos regalan ánimos, más público que en ninguna carrera. Doy la vuelta en el punto más hacia el sur y se divisan las dos playas de Benidorm, desde donde vengo y hasta donde tengo que ir. Siguiendo por el paseo playero llego a la cuarta de maratón, voy muy bien, reservando, con la mente muy clara, cojo mi avituallamiento especial que me da Amparo y ahora toca ir hacia el punto más al norte de la playa. Y es ahí donde dejamos la cosa y nos metemos hacia el interior, lo que en este jodido caso supone una ligera ascensión de, calculo un par de kilómetros. Y las ascensiones y yo nunca hemos sido buenos amigos, bueno, a excepción de Ascensión, Susi la llamaba yo.. pero ese es otro tema. Total que se me van cargando los abductores y me acuerdo de Agustín aconsejándome abdominales para esa zona. Y mi ritmo decrece, y decrece, hasta que llego a pararme a tomarme un ligero descanso, tomo un avituallamiento andando, como muchos otros en esa zona; en lugar de un avituallamiento parecía un bar (Idea de Antonio). Bien Miguel, o vas andando o te pones a trotar. Quedan 5 kilómetros y habrá que ponerse a correr, sino en meta Amparo se me preocupará, más habiendo oído algunas ambulancias como ya hemos oido. Así que como buenamente puedo cojo un ritmo que no es que sea muy allá pero que seguro que me lleva a meta. El último kilómetro doy más de mi a ver si puedo bajar de 2 horas y media y sin matarme llego a meta.

En principio no me duele nada, pero cuando me paro del todo allí están los abductores jodiendo. Me ha hecho falta un poco más de preparación y un poco menos de peso. Pero como casi siempre, yo contento.